puzzle2

Hace mucho tiempo que no te escribo pero eso no significa que no te recuerde que no estés constantemente en mi cabeza y por supuesto en mi corazón. Aún no he sido capaz de asimilar tu ausencia ni aceptar por qué tuviste que marcharte.

Este agujero del pecho es infinito y durará por siempre, negro y frío consigue congelar mi sangre y llenar de lágrimas mis ojos. En el coche, paseando a Baddy, en la oficina…da igual el momento y el lugar.

No sé que creer, si existe ese limbo o dimensión que no logramos comprender, si estás con nosotros si estás conmigo. No sé que puede llegar a ser más doloroso: no sentirte o sentir que ya no existes.

Si estás, quédate.

Sigo necesitando tus empujoncitos.

Tal vez porque solo necesitabas mirarme a los ojos para saber lo que me corría por dentro.

Tal vez por que tus abrazos me reconfortaban.

Tal vez porque siempre estabas ahí, al pie de la escalera, al otro lado del teléfono o en la puerta de mi casa si era necesario.

Tal vez en algún momento aparezca la pieza del rompecabezas que no acabo de encontrar, la pieza necesaria para completar este puzzle que tanto esfuerzo me ha costado volver a montar. ¿Sabes? Ya casi está acabado. Ese puzzle del que te encargaste de colocar pieza a pieza con cuidado e intentando que nada lo destruyera.

MAMI siempre serás el armazón que enmarca mi puzzle, siempre serás la unión de mis piezas.

SÍ,

soy EGOISTA

quédate conmigo te necesito.